En la sala de clases podemos
implementar algunas estrategias simples que ayudan a reforzar lo que es innato
en los niños: la tolerancia y el respeto por la diversidad
del ser humano.
Y es que conceptos como el
racismo son aprendidos socialmente, ningún niño nace así.
Refiriéndome específicamente a
educación inicial, no se trata de hacer reflexiones directas del tema, el
respeto a la diversidad se dará de forma
natural en la convivencia diaria y respetuosa.
Los niños pueden notar, por
ejemplo, el color de piel distinto entre uno u otro niño, así como notan que unos amigos usan lentes y otros no, pero cómo lo manejen dependerá de las reacciones de los adultos ante las mismas. Como educadoras debemos
procurar naturalidad ante las diferencias y no solo respetar la diversidad,
también promoverla.
Las profesoras de niños pequeños podemos
utilizar ciertas estrategias que quizá sean invisibles para el mundo, pero
nosotras sabemos que lo hacemos con el objetivo de guiar a los niños en el
camino del amor y respeto por el ser humano:
-
- El color “piel” no existe! Existen diversos tonos para el color de la piel. Usualmente en las cajas de lápices de colores observamos uno color durazno o crema y le llamamos color “piel”. Enseñemos a los niños el verdadero nombre de ese color. Existen cajas de lápices de colores con distintos tonos de piel, pero si no se tienen a mano se pueden recolectar distintos colores para este fin y tenerlos en clase para que, cuando los niños dibujen personas las puedan colorear con distintos tonos, como es en la vida real.
Este es el dibujo de su familia de una de mis alumnas de 5 años, acostumbrada a utilizar distintos colores para plasmar los tonos de piel.
- Los juguetes. Usualmente todos los preescolares tienen muñecos para el juego de roles. Incluyamos muñecos con distintos tonos de piel, no solo los blancos, rubios y de ojos claros (¿han notado que en las jugueterías aún son la mayoría?). En el rincón del hogar de mi clase teníamos solo bebés de tonos de piel claros y pedí uno con piel oscura y los niños jugaban arbitrariamente con cualquiera, de forma natural.
Esta es la foto de Linda, una muñeca de mi hija de 6 años. Ella mismo le puso ese nombre. Algunas personas han reaccionado sorprendidas al verla jugar con ella.
- Leer cuentos que promuevan el respeto por la diversidad. Hay muchísimos en el mercado, puedo recordar ahora “El club del arcoíris” / “Cuento de buenas noches para niñas rebeldes” / Los cuentos de “Elmer” un elefante diferente, entre otros. No se trata de decir “niños, hoy aprenderemos que todos somos iguales aunque nos diferencie el tono de piel” y planificar una clase específica con ese fin, se trata de leer este tipo de historias frecuentemente en el transcurso de los años de educación inicial.
- Salas de clases con niños de diferentes edades. Sin duda esta metodología es la mejor para aprender a tolerar y valorar las diferencias entre todos. Los grandes desarrollan un gran sentido de responsabilidad ante los más pequeños, los ayudan, guían y enseñan. Los más pequeños se benefician de las habilidades de sus compañeros. La socialización es magnífica ya que cada niño encuentra, sin duda alguna, afinidad con algún compañero, ya que no están limitados por la edad.
- El cuento viajero de la sala de clases. Se trata de unas 3 o 4 hojas donde el niño pega sus fotos y la de su familia, puede compartir también fotos de sus actividades favoritas, de su mascota o viajes. Este cuento va de casa en casa y así cada familia se conoce. Luego en clases observamos y conversamos de lo que cada niño plasmó en sus hojas. Aquí podemos ver como todas las familias son diferentes, algunas gustan de ir al cine, otras prefieren la playa, pero a todas las une el amor.
- Prestemos especial atención a los contenidos audiovisuales que presentamos a nuestros alumnos. Procuremos que en estos se muestren, de forma natural, niños y niñas con diferentes características.
Estas estrategias he podido
aplicarlas con éxito en mi labor docente, creo que es como las educadoras
podemos aportar para lograr un mundo mejor, donde ningún ser humano sea atacado
o discriminado por su nacionalidad, tono de piel, sexo, orientación sexual o
religión.
María Montessori tiene toda la
razón cuando nos llama a sembrar en el niño ideas buenas, aunque ellos no las
comprendan, pues en algún momento florecerán en su corazón.
Claudia Cevallos / En honor a George Floyd y todos los que algunas vez fueron víctimas del odio y el racismo.
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